Nuestra historia

Toda una vida en el Valle de Escombreras

Nuestra historia está fuertemente ligada a la ciudad de Cartagena. Desde que se levantó la refinería, el centro industrial ha sido esencial para cubrir las necesidades energéticas españolas. Su evolución constante ha ido de la mano del crecimiento de la propia Cartagena, incentivando siempre la economía y el empleo en la zona.

Plano general del Complejo Industrial de Cartagena

El complejo industrial ha visto cómo evolucionaba su tecnología y cómo crecía la capacidad de producción.

Foto histórica buque

Años 40 y 50

El 17 de mayo de 1945, Cartagena dispuso por primera vez de agua potable procedente del río Taibilla, un recurso muy valioso para una refinería. El Instituto Nacional de Industria elige el Valle de Escombreras para ubicar la primera planta de tratado de crudo en España. 

En 1947 se crea REPESA junto a Caltex Oil y dos años más tarde, en septiembre de 1949, el buque Edgewater descarga las primeras 8.500 toneladas de crudo y 2.000 de fuelóleo para la puesta en marcha de la instalación.

La planta empezó a funcionar el 15 de enero de 1950. Con una capacidad para destilar petróleo de 1,2 millones de toneladas anuales de crudo y 270.000 toneladas de almacenaje. Fue durante esta década cuando se pusieron en marcha unidades de refino de lubricantes y envasado de butano. Esta ampliación fue acompañada por el crecimiento urbano de Cartagena y de su tráfico portuario.

Foto histórica depósitos de Repsol
Varias latas antiguas de combustible
Foto histórica planta Cartagena

Años 60

La producción anual pasó de tener una capacidad de destilación de cuatro millones de toneladas a diez. Las necesidades de combustible españolas habían cambiado, dada la popularización del vehículo familiar en el mercado, como el SEAT 600.

Se incorporó en la planta el segundo ordenador que llegó a España, un NCR 390. Aunque se trataba de una potente máquina para la época, funcionaba por cinta perforadora y solo admitía 16 instrucciones.

Complejo Industrial de Cartagena

Años 70 y 80

La refinería de Cartagena alcanza su máximo en 1971 con la destilación de 10,7 millones de toneladas. Su producción, sin embargo, disminuiría con las dos crisis de petróleo que surgieron en la década.

En 1974, se crea ENPETROL, una unión de las empresas que controlaban las refinerías de Puertollano, Tarragona y Cartagena. Años después, a principios de los 80, aparece el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Su función era agrupar y coordinar a las empresas públicas españolas de petróleo y gas.

En 1987, España se une a la Comunidad Económica Europea, lo cual propicia el nacimiento de Repsol. Fue una época marcada por el cambio y por el deseo de adecuarse a los nuevos tiempos. En 1986, por ejemplo, se unió a la plantilla de la refinería Pilar Sanz, la primera mujer que trabajó en la planta y que se ha convertido en directora del proyecto de ampliación.

Planta industrial de Cartagena

Siglo XXI

El espíritu modernizador continúa. Se inaugura el oleoducto Cartagena-Puertollano, se lanzan al mercado nuevas especificaciones de combustibles, y se desarrolla el proyecto de ampliación de nuestras instalaciones, con cifras que bien podrían incluirse en el libro Guinness:

  • Realizamos una inversión de 3.200 millones de euros, la mayor en la historia industrial de España, para convertir nuestras instalaciones en un referente europeo.
  • El transporte más pesado. Los reactores de la unidad de hydrocracker fueron los elementos más voluminosos que se transportaron en España por carretera. El más pesado alcanza las 1.300 toneladas, equivalente a tres estaciones espaciales juntas.
  • Récords en altura y peso. Las tres chimeneas de hormigón miden 147 metros, 10 más que la pirámide de Keops. El peso de todas las estructuras metálicas suma 20.000 toneladas, tres veces más que el peso de la Torre Eiffel.
  • Una ciudad de trabajadores. En el proyecto de ampliación participaron 500 empresas y más de 20.000 personas. Su extensión era tal que se implantaron líneas internas de autobuses, comedores para más de 6.000 personas y un parking para 4.000 vehículos.
  • Un proyecto seguro. El plan de seguridad que se diseñó para la renovación consiguió que no se produjera ningún accidente grave, y que la frecuencia de los leves fuera un 50% inferior a la media en el sector de la construcción.
  • Un submarino de trece pisos. Cada cámara de la unidad de coquer, la mayor de España, mide 41 metros, como un edificio de 13 pisos. Pesan 340 toneladas y el grosor de sus paredes es de 30 pulgadas superior al de las paredes de los submarinos.
  • El transporte más voluminoso. La torre de vacío fue el transporte más voluminoso que se realizó por las carreteras españolas: 12 metros de diámetro y unos 50 metros de altura.

Tras el proyecto de ampliación de la refinería, hemos seguido mejorando nuestras instalaciones con nuevos proyectos como la planta de combustibles 100% renovables.

Nuestra mirada está puesta en el presente y el futuro, con nuevos proyectos que nos permitirán seguir avanzando.